Otro finde primaveral

Efectivamente, nos encontramos en mitad de la primavera, lo que significa, aquí también, atmósfera caprichosa. Pasamos de un día de cielo despejado, azul Madrid, de 36º de calor a un dìa gris, lluvioso, de solamente 24º. Así que, como esta vez el pronóstico acertó, marcamos una salida rutera el sábado y otra pedestre el domingo.
 

Cómo llevo bastante mal lo de madrugar y ya sabìa que el sábado tocaba Barra de Tijuca, me levanté màs tarde y me fuí para allá con la intención de después de llanear, completar con una subidita. En principio era subir hasta Sumaré, el punto más alto de Río capital, casi 700 m, desde nivel del mar por la estrada de Canoas, casi 14 km, o sea un paupérrimo 5% de media durante 14 kms. Lo que pasa, y ya sabía, es que la estadística a veces engaña, como en el caso de los pollos, y uno se come dos, jode la estadística y otro ayuna. El caso es que hice mis 60 kms planos, con algún repechín, almorcé meus salgadinhos y me fui para Canoas.

Las montañas del PN Tijuca con Pedra de Gavea al fondo, detrás de la guapa carioca. 

Una imagen del entrenamiento en Barra flat

Ya pegaba el sol y hacía sus buenos 30º, aunque fueran las 9:30. Empezé subiendo muy despacio con 25 porque me sonaba que se hacía muy duro. Primer km y todo va bien. Descansillo, "¡uy la puta!, con los descansillos, pienso". Tramo durísmo con 500 m al 14% y en recta. Llego al Mirante de Canoas, 300 m de altura, y de nuevo, descansillo, ¡la puta, otra vez!. Ya esos 500 m al 14% con el 25 me ha dejado tocado, mejor dicho, hundido, las piernas repletititas de ácido láctico y una desgana que pá qué. Seguimos en el descansillo, malo, malo. Curva de herradura y otra vez que se inclina hasta el 11-12% por.......otros 1000 m. Llevo apenas 4 kms, 390 m desnivel, más de 9,5% de media....y con descansillos.

Bajada que te cagas en recta y con sombras, no se ve ni chapa y me fío de los servicios de mantenimiento de estradas cariocas, "que no haya buraco". LLego a un cruce y dado que a la izqda me acordaba que era duro, viro a la derecha. Otro descansillo al lado de una fazenda que te mueres. Aquí hay gente que vive muy bien. En esto una curva a la izqda......y me encuentro con alguien muy conocido que no tenía ni idea que estuviera por aquí......pero si es el mismísimo Tío del Mazo. Me sacude, hay que decirlo, con mala leche el muy cabrón, después de tantos días sin vernos. El caso es que voy muerto, sin fuerzas, sin tener muy claro donde estoy, y sudando como la madre que me parió. Llego a terreno conocido después de casi otro km al 10% con puntas del 16%, y, como era de esperar, empalmo con otro repechón duro, al 9%, que me parece plano. LLego al posto de Ipiranga, la competencia, y me tomo una Itaipava, cerveja, que casi ni me entra. Estoy muerto. De subir hasta Sumaré, ná de ná. Además me he auto-impuesto un máximo de 3h30m de entrenamiento, que luego se me va la olla sino. Llevaba 60 kms y 2h45m , pero es que aquí se suda de verdad, y la baja forma también se paga. Llego a casa y después de los quehaceres cotidianos me acuesto a las 22h30 y me despierto a las 9h30. Casi 11 horas. Efectivamente estaba muerto.
Y no hay tu tía. Es como el que vive en Guadarrama y sólo tiene la carretera de Leones para entrenar. Pues eso, Leones pa rriba y Leones pa bajo. Ya me hustaría a mí tener un puerto suavico como Leones.
 

El segundo acto, la carrera a pie, no es tan teatrero. 8 kms a ritmo interválico y más o menos bien. Este año estoy peor en el atletismo, menos centrado, pero viene bien para alternar con la bici, y porque aquí finde si, finde no, hay un montón de carreras populares, y al menos así vas conociendo sitios, gentes, etc.

Tengo media preparada, en revisión porque no me parece tan dura, la altimetría de Sumaré por Canoas. Pronto la publicaré